Era, al menos en apariencia, sólo un parque más.

Bajo el primaveral sol, la chaqueta podía llegar a pesar, pero junto al agua y al adentrarme en el bosquecillo de pinos, agradecí, incluso, la gorra.

Era un sueño tan agradable, que me alegré de estar en él. A medida pasaban las horas, el olor de las innumerables lilas se mezclaba con el de la hierba y el compost húmedo bajo las coníferas. Se levantó una brisa suave, sin llegar a ser molesta, y me senté al solitario piano, acariciando sus teclas con delicadeza, fingiendo ser Chopin. Las farolas iluminaron la cálida plaza con mesas, y dejé vagar mi mente mientras las parejas invisibles compartían miradas y baile.


Al caer la noche, y sin llegar a sentirme intranquila, busqué un lugar donde guarecerme del frío y la soledad, reparando en una cueva tras el bosque de pinos y fresnos.

No parecía el mejor lugar donde una debería pasar la noche, y temí que pudiera regresar el legítimo propietario de esas sillas y las bolsas de basura, pero seguía sin percibir amenaza en el sueño. Con un suspiro de cansancio, y esperando despertar, me serví atrevidamente un poco del café que se mantenía caliente en el termo junto al sillón, y esperé.
Esperé hasta que la realidad volvió a arrancarme del espejo...

¿Dónde me llevaría la próxima vez?
Sim: HOME
Pelo: Maitreya
Chaqueta: Ducknipple
Botas: Redgrave
Pantalones: Aitui
0 Huellas en la arena:
Publicar un comentario